La calibración material volumétrico es una operación propia de un sistema de calidad. Los materiales volumétricos son elementos normalmente de vidrio para facilitar una dosificación o formulación apropiada. Es un material muy utilizado en laboratorios físico-químicos, clínicos y en laboratorios de I+D. El material volumétrico cuantifica un volumen determinado mediante una escala impresa, o mediante mecanismos de dosificación. En los elementos de vidrio como (*)matraces, buretas u otros volúmenes tanto la temperatura ambiente como una correcta interpretación del “menisco” son fundamentales para un buena repetibilidad de las medidas. En los elementos de medida como las pipetas la temperatura ambiente y otras fuentes de error son las que se deben considerar para poder realizar una correcta estimación de la incertidumbre.
En los laboratorios de microbiología son de uso habitual útiles volumétricos como pipetas, probetas, vasos, tubos… Este material puede ser tanto de un sólo uso como reutilizable y es utilizado para la medición de volúmenes que luego de forma directa pueden afectar al resultado de los ensayos.
Obviamente, este material debe ser limpiado y, si fuera necesario, esterilizado de forma correcta y documentada. Normalmente la esterilización se realiza utilizando el autoclave, que generalmente debe mantenerse a 121ºC durante un tiempo mínimo de 15 minutos. También es apropiada la esterilización por calor seco (1 hora a 170ºC) o incluso la utilización de sustancias químicas adecuadas.
En el caso de utilizar materiales desechables se debe garantizar que se cumplen las necesidades de esterilidad y ausencia de sustancias inhibidoras del crecimiento de los microorganismos.
Para asegurar la idoneidad de estos equipos no basta con adquirir las mejores marcas del mercado, ni siquiera es suficiente utilizar controles de forma sistemática, únicamente es posible conocer en profundidad el funcionamiento de los equipos si se estudia cada una de sus características metrológicas, por este motivo, es necesaria su calibración.
Material volumétrico
La medición exacta de volúmenes y su control en los laboratorios químicos es el objetivo del empleo de los materiales volumétricos. Allí radica su importancia en conocer los errores proporcionados por estos tipos de materiales volumétricos aplicados en sus usos rutinarios, por ello requieren de una continua calibración para el aseguramiento de los resultados reportados de sus aplicaciones.
Recordemos que la calibración consiste en comparar un patrón de referencia trazable con la medida del mesurando. Cuando los materiales volumétricos se calibran se asegura la fiabilidad de sus mediciones dentro del control de los procesos en los cuales intervienen estos instrumentos de medida.
En un laboratorio de química se utilizan diversos materiales de laboratorio. A aquellos que se utilizan para medir volúmenes se los clasifica como material volumétrico.
La mayoría están constituidos por vidrio para permitir la visualización del líquido o líquidos que se desea medir. Aunque en algunos casos se utilizan de plástico transparente, ya sea por su bajo precio, o para evitar una reacción entre el líquido y el vidrio (por ejemplo cuando se mide ácido fluorhídrico). Pero debe tenerse en cuenta que, en general, tienen una precisión menor.
Proceso de Calibración
La calibración se realiza por el método gravimétrico, pesando el líquido tomado por el útil y calculando los errores asociados a la medición, el método se basa en la determinación del volumen de agua contenido o vertido por el recipiente. Este volumen de agua se determina a través de la masa medida y de la densidad expresada en la instrucción en función de la temperatura.
Todo el proceso que implique la manipulación del material volumétrico se debe realizar con guantes de algodón limpios para impedir que grasas u otras sustancias queden adheridas a los instrumentos.
Se tomarán al menos tres puntos de capacidad en los útiles volumétricos con varias capacidades de lecturas. En el caso de útiles con aún sola capacidad se tomará esta a tal efecto.
Para cada volumen que se quiere calibrar, se deben realizar 10 pesadas pero, antes de comenzar la pesada, se debe asegurar que el útil está completamente seco (secándolo si es necesario). Este valor es constante para las siguientes reiteraciones.
En el caso de las pipetas y de las buretas la medición del volumen contenido se realiza descargando el contenido deseado en un recipiente, mediante el método de vertido. En este caso se sustituye la pesada en vacío por el valor 0 y se procede a tarar el recipiente seco donde se vierte el contenido del útil volumétrico a calibrar. Es necesario emplear un recipiente seco antes de proceder a la tara para cada reiteración.
Método gravimétrico
El método gravimétrico es el método estándar utilizado tanto por los Institutos Nacionales de Metrología (INM) como por laboratorios acreditados para calibrar los instrumentos de volumen. El método consiste en pesar el instrumento bajo calibración cuando está vacío y otra vez cuando está lleno.
Los procedimientos adoptaron el uso de las líneas de referencia o marcas con el fin de proporcionar una medida exacta del volumen de líquido y los procedimientos de drenaje o secado deben ser seguidos cuidadosamente porque todos afectan a la medición.
La diferencia obtenida en las mediciones de pesada de la masa de líquido contenido o entregado. El Líquido utilizado es generalmente agua pura (destilada, bi-destilada o desionizada) con una conductividad menor que 5 μS / cm [2] y elegido para adaptarse al nivel de exactitud requerido en relación con la cantidad de agua utilizada.
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