El 13 de septiembre se le rinde homenaje a uno de los manjares más sabrosos que ha dado la naturaleza, el Chocolate. Una festividad que surgió en Francia en el año 1995, como homenaje al escritor británico Roald Dahl, autor de la historia «Charlie y la Fábrica de Chocolate».
Se piensa que es una de las mayores delicias de la gastronomía mundial y que millones de personas lo consideran como su dulce favorito. No resulta sorpresivo el hecho de que el chocolate cuente con su propia jornada internacional.
Hay otros que consideran al 7 de julio como la fecha correcta. Según la «Academia del Chocolate y la Confitería» en Francia, la fecha debería ser el 7 de julio, en referencia a la llegada del cacao desde América a Europa en 1550. No obstante, esa fecha no tiene entidad. Por esa razón, la más famosa y celebrada es la de este 13 de septiembre.
De donde proviene el Chocolate
El chocolate procede del árbol del cacao, más propiamente de su semilla. Este árbol era bastante común en los países tropicales de América, como México, Colombia, Costa Rica y Venezuela, siendo este último país el que posee el tipo de cacao más sabroso del mundo.
El cacao es un árbol americano de origen amazónico, ya que por cacao se refiere normalmente al fruto que da dicho árbol, o incluso al producto del secado y la fermentación de las semillas de dicho fruto.
Se trata de un árbol de hoja perenne, siempre en floración, que requiere de climas húmedos y calurosos. Suele medir alrededor de 7 metros si es cultivado y por encima de 20 en la naturaleza.
Historial del Cacao
El cacao era utilizado por las tribus maya, azteca e inca hace más de 2.500 años, primordialmente como remedio medicinal o como moneda de cambio. Su introducción en Europa no llega hasta el siglo XV tras la colonización de América, cuando se importó junto a otros alimentos como las patatas o los tomates.
Aunque se introdujo, la receta de la bebida de chocolate que existía por entonces no resultaba agradable para la mayoría de la población, la consideraban muy amarga. Hasta el siglo XIX no se empezó a extender su consumo, debido a la aparición de la industria chocolatera en este siglo, que aplicó las primeras adiciones de azúcar y otros componentes que dotaban al chocolate de un sabor más apetecible.
Del cacao al Chocolate
El chocolate se obtiene por la mezcla de azúcar con cacao. La elaboración empieza con la recolecta de los mejores granos de cacao de sus árboles, que se clasifican y limpian para eliminar las impurezas. Tras este proceso, se tuestan con sumo cuidado durante un máximo de 45 minutos.
En la torrefacción se desarrollan los aromas típicos del cacao. Después se enfrían de forma muy rápida para no perjudicar los aromas obtenidos y se trituran. Según el tamaño que se desee, se obtiene el cacao descascarillado (más grande) o el cacao en polvo.
Una vez obtenido el cacao, se mezcla con el resto de los ingredientes, que variarán según el tipo de chocolate que se quiera elaborar. Conseguida la pasta homogénea, se procede a su refinado, basado en moler muy fino el producto hasta obtener partículas muy pequeñas.
El siguiente paso es agitar de forma mecánica el producto durante varias horas, con lo que se calienta (70ºC-80ºC) y se consigue una evaporación del agua y de los ácidos volátiles. De esta manera, el sabor del chocolate será más agradable y de mayor calidad. Este proceso se denomina conchado, tras el cual se deja enfriar la pasta y se empieza la etapa de templado.
El objetivo durante el enfriamiento es la cristalización de la manteca de cacao. En este momento el chocolate ya está listo, solo falta el moldeado, que sirve para dar la forma final al producto.
Composición del Cacao
El cacao cuenta con un alto índice de grasas (sobre todo saturadas, y en menor medida, monoinsaturadas y poliinstauradas), hidratos de carbono y proteínas. Pero también contiene magnesio, fósforo, potasio, teobromina, cafeína, antioxidantes y agua, entre otros.
El cacao además destaca por tener un elevado aporte de energía, suele indicarse para aquellas personas que realicen actividades deportivas o ejercicio físico de manera intensa.
Beneficios del Chocolate
Acción antioxidante
- El chocolate negro es un alimento que contiene antioxidantes, como polifenoles, flavonoides (en especial proantocianidina) y catequinas, entre otros.
Mantiene sano el corazón
- Como se ha mencionado, existen diversos estudios que sugieren que el chocolate previene la enfermedad coronaria.
Es bueno para el cerebro
- Algunas investigaciones sugieren que el consumo de chocolate negro contribuye a estimular el flujo de la sangre al cerebro y hacia el corazón, lo que podría ayudar a mejorar sus funciones cognitivas.
Estimulante natural
- En el caso del chocolate negro, este alimento tiene en su composición alrededor de 25–35 mg de cafeína, un estimulante que podría aumentar el estado de alerta y mejorar la atención y el rendimiento psicomotor.
Ayuda a la salud de la piel
- El alto contenido en antioxidantes tiene otro efecto ya que, además de reducir el estrés oxidativo, ayuda a promover una piel más sana e hidratada.
Un alimento con nutrientes esenciales
- Este tipo de chocolate es un alimento con una interesante composición nutricional que incluye lo siguiente: materia grasa (30 %), proteínas (6 %), carbohidratos (61 %); minerales como fósforo, magnesio, potasio, cobre, calcio y hierro (3 %); así como vitaminas A, B1, B2, B3, C, E, ácido pantoténico, tiamina y riboflavina.
Ayuda contra la fatiga
- Por último, el consumo de chocolate negro ayuda a mejorar la acción de neurotransmisores como la serotonina, encargada de regular el estado de ánimo y el sueño.
Contraindicaciones
Uno de los principales riesgos de consumir este alimento en exceso es el incremento calórico, 100 gramos de chocolate negro equivalen a 540 calorías, lo que representa casi un cuarto de las calorías diarias que deberíamos consumir, así como de grasas saturadas.
Sin duda, uno de los efectos secundarios más conocidos es el aumento de peso. Lo ideal si vamos a comer algo de chocolate es eliminar otras “golosinas” y caminar durante al menos treinta minutos con el fin de contrarrestar el efecto de las calorías adicionales.