El dióxido de cloro (ClO2) es un gas amarillo verdoso, compuesto de cloro neutro, muy diferente del cloro elemental, tanto en su estructura química como en su comportamiento. Una de las características más importantes del dióxido de cloro es su gran solubilidad en agua, especialmente en agua fría. El dióxido de cloro no se hidroliza, cuando entra en contacto con agua, permanece como gas en solución. El dióxido de cloro es aproximadamente 10 veces más soluble en agua que el cloro.
Como el ozono y el cloro, el dióxido de cloro es un biocida oxidante y no una toxina metálica. Esto significa que mata microorganismos por la interrupción del transporte de nutrientes a través de la membrana celular, no por interrupción del proceso metabólico. El dióxido de cloro esta protegido en soluciones acuosas. Añadiendo ácido hasta una requerida concentración se activa el desinfectante.
El dióxido de cloro es una solución química de 28% de clorito de sodio en agua destilada. Suele ser usada como blanqueador químico profundo, además de descontaminante de superficies industriales. Se trata de un químico que se suele usar en las casas para limpiar pisos y muebles, muy similar a la lejía.
Usos y beneficios
Una desinfección avanzada en el tratamiento del agua
El dióxido de cloro es un desinfectante. Cuando se agrega al agua potable permite destruir las bacterias, los virus y algunos tipos de parásitos que pueden causar enfermedades, como el Cryptosporidium parvum y la Giardia lamblia. La Agencia de Protección Ambiental (EPA) regula que la concentración máxima de dióxido de cloro en el agua potable no sea mayor de 0.8 partes por millón (ppm).
Estrictamente como desinfectante, el ClO2 presenta las siguientes ventajas:
- Su potencial bactericida es relativamente independiente del pH entre 4 y 10.
- Es mejor que el cloro para el tratamiento de esporas.
- Requiere poco tiempo de contacto.
- Tiene buena solubilidad.
- No hay corrosión en altas concentraciones, lo que reduce los costos de mantenimiento.
- No reacciona con amoníaco o sales de amonio.
- Mejora la coagulación.
- Remueve hierro y manganeso mejor que el cloro.
Usos industriales y en fabricación
La química del dióxido de cloro se utiliza en una amplia variedad de aplicaciones industriales, petróleo y gas, alimentos y municipales
- Producción de alimentos y bebidas
Se puede utilizar en el agua como un agente antimicrobiano para el procesamiento de aves de corral y para lavar frutas y verduras. - Aplicaciones médicas
En los hospitales y otros entornos sanitarios, se usa para esterilizar los equipos médicos y de laboratorio, las superficies, habitaciones y herramientas. Los investigadores descubrieron que en las concentraciones apropiadas, el dióxido de cloro es “seguro y eficaz” para eliminar las bacterias de Legionella en entornos hospitalarios, así como la enfermedad del legionario, un tipo de neumonía potencialmente mortal causada por la bacteria Legionella pneumophila.
El dióxido de cloro no es una cura o tratamiento para dolencias médicas, incluidos, entre otros, autismo, VIH, malaria, virus de la hepatitis, gripe, resfriados comunes y cáncer. Las afirmaciones de que la ingestión de este quimico, a menudo anunciado como “Solución Mineral Milagrosa” o MMS, curará estas u otras dolencias son falsas. La Administración de Drogas y Alimentos de los Estados Unidos (FDA) informa que no se debe consumir MMS
Riesgos en la Salud
En su forma pura, el dióxido de cloro es un gas peligroso, pero es “improbable” que las personas respiren un aire que contenga niveles peligrosos , ya que no se produce de forma natural en el medio ambiente. Para los trabajadores que usan este gas, la Administración de Seguridad y Riesgo Ocupacional de EE. UU. (OSHA) regula el nivel en el aire del lugar de trabajo por motivos de seguridad. La OSHA ha establecido un límite de exposición permisible (PEL) en 0,1 partes por millón (ppm), o 0,3 miligramos (mg) por metros cúbicos (m3) para los trabajadores que utilizan dióxido de cloro con fines industriales en general. La OSHA también estableció un PEL para la industria de la construcción. El dióxido de cloro siempre se elabora en el lugar donde se lo utiliza.
Tratamiento para Covid-19
La búsqueda de una cura milagrosa contra el coronavirus está llevando a muchos a promocionar el uso de una polémica formulación química: el dióxido de cloro.
Sin embargo, ninguna institución sanitaria lo reconoce como medicamento y ahora que la pandemia del covid-19 azota el mundo, vuelva a aparecer como algo capaz de frenar los efectos del virus. La lista de peligros es larga y diversas autoridades han lanzado contundentes advertencias contra su uso.
El consumo de este producto químico puede causar:
- Irritación del esófago
- Irritación del estómago
- Dolor abdominal
- Náuseas
- Vómitos
- Diarrea
- Intoxicaciones severas
- Graves trastornos hematológicos (de la sangre)
- Trastornos cardiovasculares
- Trastornos renales
Ninguna organización de salud ha demostrado la efectividad del dióxido de cloro como medicamento y recalca sobre su toxicidad y sus riesgos en la salud, recuerde NO ES UN MEDICAMENTO